No sé ni cómo me aguanto

Read Time:6 Minute, 24 Second

Muchas veces no sé como me aguanto de no mentar madres a diestra y siniestra, y es que a penas y salgo a la calle y veo tantas injusticias y abusos que difícilmente me puedo contener.

Qué si el camionero, discrimina al del transporte público, porque hace paradas en cada esquina y él tiene prisa para ir a entregar la mercancía que carga.

Que si el del transporte público, discrimina, a los automovilistas, porque son unos “pendejos” que no saben ni utilizar los señalamientos para dar vuelta o para estacionarse sin provocar que los demás no puedan a avanzar.

Que si el automovilista, discrimina al motociclista, porque puede eludir el trafico más fácil que él, y le grita que es un estorbo, que no permite avanzar con comodidad.

Que si el motociclista, discrimina al ciclista, porque tiene su carril propio y aún así, se mete en sentido contrario, se sube a las banquetas y en pocas palabras, le vale gorro la gente.

Que si el ciclista, discrimina a los transeúntes, porque caminan lento y lo estorban cuando él se sube a la banqueta y quiere avanzar más rápido.

Y ni que decir de los transeúntes, estos discriminan a todos, les molesta todo el mundo, anden a pie o en algún medio de transporte, los ven con coraje, con desprecio, con altivez, como si no hubiera nadie más importante que ellos.

Señores y señoras que caminan por la calle quejándose de todo, volteando a ver a los demás con desconfianza, y no por tener un posible contagio por el covid-19, sino porque temen que les roben, para ellos, todos son delincuentes que en cualquier momento van a atacar.

Y es que esto de la discriminación, está en todos los niveles y en todas las personas, y prueba de ello, es el presidente que tenemos, sí, ese buey, Andrés Manuel, ese discrimina a todos, todos tienen la culpa de que el país no haya comenzado la 4ª transformación.

Omnipotente y todopoderoso, el gran mesías esperado por los millones de imbéciles que creyeron en él, se da el lujo de discriminar a quién se le pega su gana.

Primero, elogió al INE, por haber respetado la democracia que le permitió llegar al poder.

Ahora, lo discrimina, diciendo que son enemigos de la democracia que tienen la consigna de dañarlo y obstaculizar que él pueda llegar al Maximato.

Discrimina, a todo aquel que no acepta sus mentiras, y no tiene empacho en decirlo, “están conmigo o en contra mía”, para él no hay medias tintas, no hay más que atole con el dedo, porque el agua de horchata, ya se terminó.

Luego siguen los paleros que apoyan sus locuras y sus disparates, y no me refiero al gabinete, que no tiene ni voz ni voto, no pueden hablar si antes no levantan la mano y él gran mandatario les da el uso de la palabra, así que no me refiero a ellos.

Me refiero a los paleros que tiene en el Senado, esos que pertenecen a su partido, Morena, esos que cuando el presidente les dice: brinquen… todos contestan a coro… ¡qué tan alto, señor!

Bueno, pues estos empleados del país y no del gobierno, discriminan a aquellos que supuestamente votaron por ellos, y digo supuestamente por toda la mugre que hay en las elecciones y además, recuerden que muchos son plurinominales, o sea que los pusieron por dedazo, en pocas palabras.

Como les decía, estos hijos de… el pueblo, discriminan al pueblo, ya que no legislan a favor de los votantes, sino a favor de sus intereses y nadie les puede reclamar.

Y ni que decir de los diputados, son peores, ya que están para servir al mejor postor, a aquel que los impulse en sus ambiciones y por lo mismo discriminan a los que los mantienen.

De ahí, que el pueblo también sea discriminante, arrogante y prepotente, discriminan a todos y por todo, discriminan a las mujeres que aspiran a mejores puestos y mejores salarios, y aún por ser mujer son discriminadas, pruebas, hay muchas.

Con decirles que hasta en las mismas cámaras, la de senadores y diputados, sus mismos “compañeros” de bancada, discriminan a la mujer que ha tenido que luchar el doble de lo que ellos han hecho, claro, todos y todas con un mismo fin, su beneficio personal.

Y basta decir que el hecho de que, muchas legisladoras, sobre todo de Morena, que difícilmente terminaron la primaria y no saben ni pronunciar y mucho menos hablar con coherencia, es motivo para que se les discrimine, digo, al fin y al cabo, es un fiel reflejo de lo que ellos pretenden ocultar.

Como les decía, se discrimina a las mujeres, a los gais, a los comerciantes ambulantes, a las corporaciones policiacas, a los servicios médicos ambulantes, a los franeleros, a los limpiaparabrisas, en fin, nadie se salva.

¿Dónde están los derechos humanos para defender a todas estas personas?

Se hacen presentes cuando un policía, en el ejercicio de su labor, se defiende, repele la agresión y no con “abrazos”, sino como debe de ser, sometiendo y consignando.

Y las personas que tanto los discriminan, cuando son víctimas de algún delito, entonces sí, van en busca de ese policía agresivo y abusador para que los apoye y los defienda.

Si ya no quieren comercio ambulante, pues que se construyan fabricas para que se les pueda ofrecer empleos, con buenos salarios y prestaciones que les permita tener la motivación de los ascensos, y lo mismo aplica para los franeleros y los limpiaparabrisas.

Es verdad que son como una plaga insoportable, es verdad que ya tienen hartos a los automovilistas principalmente, es verdad que son abusivos, incluso hasta rateros y asaltantes.

Pero no los discriminen, mejor, sigan la recomendación del presidente: “acúsenlos con sus madres”, no se las mienten, deténganse un poco y denles un abrazo, que sientan que la 4ª Transformación está en marcha, aunque ellos tengan carencias, limitaciones y falta de oportunidades.

Y lo que es mas grave aún, es la discriminación masiva que se da en las calles, ahora, la mayoría de las personas piensan que un muchacho, con mala facha, es un delincuente, tal vez hacen bien, porque no vale la pena arriesgarse a que en verdad lo sea.

Por otro lado, la discriminación hacia los migrantes de otros países, que vienen huyendo de lo mismo que aquí tenemos para dar y repartir, violencia, narcotráfico, delincuencia, inseguridad, y a eso ahora hay que agregarle la discriminación que se les da como un extra y de manera gratuita.

Tal vez me falte el último eslabón de la cadena, la discriminación más gacha y despreciable que ser humano alguno puede otorgarle a otro ser humano, por el simple hecho de venir de un estado de la república, pobre y lleno de carencias, para encontrarse aquí, con los que tienen el cerebro lleno de estupidez y de rechazo.

Y aún así, en su plenipotencia citadina, los llaman de manera despreciativa: Paisanos, Nacos, Najayotes, Totonacas, y no faltan los que los tildan de mugrosos, “patas rajadas”.

Y entonces, es cuando yo me preguntó, ¿acaso eres europeo? ¿tienes los ojos azules y el cabello rubio? Y ni aún así se te permite discriminar a una persona por el simple hecho de venir a la capital en busca de un mejor futuro, mismo que en su humilde pueblo no puede conseguir.

Por eso es que, aunque tengo muchas ganas de mentarles la madre e incluso, hasta darles una buena madriza, me contengo, al final no van a cambiar, su mente no da para más, y no los discrimino por pendejos, solitos se dan a notar en todas partes.

¿Y tú, a quién discriminas?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Previous post YA SE PUEDE CONSULTAR LA LISTA DE ÚTILES SUGERIDA PARA EL SIGUIENTE CICLO ESCOLAR
Next post INVITA MUNICIPIO DE AGUASCALIENTES AL PRIMER TORNEO MUNICIPAL DE FÚTBOL 7 “YUMANA”